Posiciones Cortas: ¿Vender lo que no tengo?

¿Cómo puedo vender algo que no tengo? 

Es una de las preguntas que siempre surge en mis cursos. Al exponer las posibilidades que el mercado nos ofrece hoy en día con las posiciones bajistas, gracias a los productos derivados como los CFDs, los inversores inexpertos o iniciados se quedan confundidos ante el hecho que tales posiciones invierten el habitual ciclo de Compra > Venta.

Recordemos que podemos beneficiarnos de mercados bajistas con la Posición Corta, que por regla general consiste en Entrar Vendiendo y Cerrar Comprando. Es decir, Vendo a un precio alto con la esperanza e intención de que el mercado corrija para Cerrar la posición Comprando a un precio menor. Si el mercado Sube, Pierdo. Si baja, Gano. La mayoría de mis alumnos, iniciados en estas lides, no pueden asimilar un ciclo Venta > Compra.

Es Normal, llevamos siglos negociando de una sola manera: Vendo lo que Tengo. Compro lo que Quiero Tener. Y por más que insisto en que debemos olvidarnos de este concepto y ceñirnos a hablar simplemente de "Direcciós de la operación", que hablemos de Posiciones Cortas o Posiciones Largas, es imposible seguir avanzando. Y mientras este aspecto no queda resuelto, no debemos seguir con otros temas y mucho menos invertir bajistas, pues no asimilar estos conceptos puede provocar que confundamos nuestros análisis y, lo que puede ser catastrófico, equivocar las órdenes de entrada, salida y stops.

En el último Curso de Bolsa que impartimos en Vilanova, hablando con los alumnos, conseguí trasladar el concepto con un ejemplo muy cercano, así que lo rescato y veamos si os sirve para resolver la gran pregunta que nos paraliza: 

¿¿Cómo demonios voy a vender algo que no tengo??

Veamos el ejemplo:

Imaginemos que nuestro Primo Boby tiene varios coches que no usa,  tiene interés en venderlos y nosotros aprovechamos para proponernos como intermediarios.

La propuesta que le hacemos es que:

1) Boby fija un Precio mínimo de 10.000€ por cada coche. 

2) Boby nos dará el 100% de todo lo que supere su precio mínimo. Si por ejemplo vendemos por 10.500, ganaremos, 500.

3) Boby No Aceptará pérdidas. Si vendemos por debajo de su precio, corremos nosotros con el negativo.

4) Boby no pagará trámites.

5) Boby nos dará la exclusiva para negociar durante un tiempo limitado, a partir del cual, podrá venderlo por su cuenta.

En definitiva, Boby no tendrá ni beneficios ni pérdidas, seremos nosotros quien asumamos el riesgo, para bien o para mal, de la operación.

El problema que nos encontramos al empezar es que no disponemos de 10.000€, por eso, lo que haremos será negociar primero la venta. Es decir, sin haber comprado el coche de Boby, buscamos a quien vendérselo. Salimos a la calle con nuestra libreta de contactos y tras hablar con nuestro cuñado Tom, que parece interesado, vamos a visitarlo.

Negociamos con Tom y le pedimos 12.000, a lo que se niega en rotundo y propone 10.500. Y así negociamos hasta llegar a un acuerdo por 10.850€. Como hay confianza, Tom nos da los 10.850€, es decir, Hemos Vendido el Coche sin haberlo comprado!!, y acto seguido nos vamos a ver a Boby, y le compramos el coche por los 10.000€ que él solicitaba.

En resumidas cuentas, Primero hemos Vendido el coche a Tom (sin tenerlo y sin comprarlo) y después, con el dinero obtenido en esa venta, compramos el coche a Boby. Es evidente que deberemos entregar el coche a Tom, pero en esa transacción donde hemos sido simples intermediarios, hemos obtenido un Beneficio de 850€ (10.850€ por la venta a Tom - 10.000€ por la compra a Boby)

Por lo tanto, vemos que hemos sido capaces de Vender algo que no habíamos Comprado previamente. Vendemos a Tom primero y Compramos a Boby después, y el Beneficio/pérdida sigue siendo el de siempre, es decir: La Diferencia entre el Precio de Compra y Venta. En este caso: 850€.

Y si extrapolamos, veremos que podemos perder dinero, suponiendo que no consigamos colocar el coche por 10.000€, deberemos aceptar un precio inferior. Pongamos que Tom se hubiera puesto tajante y de los 9.000 no sube. Negociaremos todo lo que podamos, pero puede que no consigamos cerrar un trato favorable en el plazo exigido, por lo que aceptaremos Vender el coche a Tom por 9.000€, pero en cambio, Boby sólo acpetará 10.000€. En este caso, como ya lo hemos vendido, deberemos poner 1.000€ de nuestro bolsillo para que Tom no nos denuncie! 

En resumen: Vendemos a Tom por 9.000€ sin tener el coche, cogemos el dinero, ponemos 1.000€ nuestros y pagamos (compramos) a Boby sus 10.00. Perdemos 1.000!

Tal cual ocurre con las Posiciones Cortas, el broker (Boby) nos deja negociar un nº de títulos o contratos, buscaremos el momento adecuado y venderemos esos títulos al pecio que creamos adecuado (Tom). Esperaremos la corrección del mercado y Cerraremos Comprando (al broker, Boby) los títulos por los que nos dejaron negociar.

Pero existen dos problemas, en el caso de títulos, contratos y mercados, que son el meollo del asunto:

1) Tanto el precio de Venta o el de Compra, están sujetos al libre mercado, es decir, cotizan y oscilan y nosotros no podemos negociarlos, sino adaptarnos a lo que el mercado nos ofrece. Es decir, podremos elegir el momento de Venderle a Tom y aceptaremos el precio que en ese momento se cotiza, pero Boby también oscila y cotiza, y no podremos negociar con él, sino aceptar lo que en ese momento Boby quiera ofrecernos, y si le da por ofrecernos el coche por 8.000, pues ganaremos más dinero de lo previsto, pero si está cabezota y cada vez sube mas su precio, de 10.000 a 11.000 y a 12.000... pues perderemos dinero.

2) Y el segundo problema, más complejo aún, es que Ni Boby es nuestro primo ni Tom es nuestro Cuñado, por lo que le importará un bledo si perdemos o ganamos. Y aunque a modo de broma, esto es algo esencial que debemos comprender: Los Mercados No tienen Sentimientos!

Deberemos por lo tanto, estudiar concienzudamente a Tom y a Boby, a sus precios y movimientos, y sólo hacer el negocio cuando tengamos un grado alto de seguridad. Y, por supuesto, nunca permitir que ese negocio nos arruine! ¡Debemos limitar nuestras pérdidas!

Por

Jose I Ros

Expt. Univ. Mercados Financieros